• Nicolás García Pérez, maestro Profesional en Costa Teguise Golf

    Entrevistas
    09 de Junio de 2018
    Nicolás García Pérez, maestro Profesional en Costa Teguise Golf

    Nicolás García Pérez, maestro Profesional en Costa Teguise Golf

    Mi sueño es que alguno de la saga García siga mis pasos como profesional

     

    ¿Cómo empezó en el mundo del golf?

    Todo empezó entre los años 1958 y 1960, antes de cumplir 10 años, debido a la situación tan dura que se vivía en España, en casa necesitábamos dinero para comer y empecé a hacer de caddie en el Club de Campo Villa de Madrid, hasta los 14 años, pues mi hermano mayor, profesional de golf, me dio las primeras clases. Pude compaginar el estudio, terminé cuarto de bachiller y revalida, empecé a trabajar con Don Pablo y los fines de semana al Club de Campo, como me decían los amigos “ejercía de dominguero”. 1978

    Con 18 años me fui a hacer la mili , a la Escuela de Trasmisiones del ejercito del aire en donde todos los que hacíamos la mili teníamos relación con el golf, de una forma u otra. Trabajamos por parejas en el mantenimiento del campo o dando clases y por los azares del destino mi pareja fue Manuel Piñero, uno de los mejores jugadores de la historia del golf español, quien estaba jugando ese año de maravilla por toda Europa, con lo que no estaban nunca en el cuartel y yo hacía su turno y el mío. Buenos recuerdos.

    Al terminarla, regresé a mi trabajo de oficina, el cual no me llenaba y a pesar del ofrecimiento de Don Pablo, mi mentor, de poder llegar a la Universidad compaginándolo con el trabajo,  decidí dejarlo todo y regresar al mundo del golf, esta vez a Club de Golf de Somosaguas. Allí hice de todo: caddie-master, starter, me ocupé del vestuario de caballeros, marshall, un poco de todo, a la vez que me preparaba durante tres años, bajo la supervisión de los maestros Manuel Cabrera y Antonio Garrido, para llegar a ser profesional. Entonces había que hacer las tres vueltas en el mismo año, para lograr la categoría, no como hoy en día que las condiciones son menos exigentes, firmándolas en el Campeonato de España de Profesionales en el Club de Golf San Cugat, en 1972 obteniendo la categoría de jugador; mas adelante conseguí la categoría de Asistente (dos años de formación), estando ya en Lanzarote –1990- cuando me dieron la de Maestro Profesional.

    ¿Cómo era el golf entonces?

    Antiguamente había pocos torneos, jugándose en verano la gira del Norte, empezando en La Coruña en el campo de la Zapateira, en Gijon en RCG de Castiello, en Santander en el RCG de Pedreña; en Bilbao en La Galea hasta llegar al RCG de San Sebastián, en Jaizquibel. Los que podíamos continuabamos en las “Alianzas”de la Costa vasco francesa en La Nivelle, Chantaco, El Faro para terminar en Cataluña en el Torneo del Club de Golf de Llavaneras.

    Era indispensable practicar mucho, y a mi me gustaba siendo probablemente mi mayor fortaleza.

    ¿Cómo llega a Lanzarote y como era entonces el campo, la isla, los aficionados?

    En e CG de Somosaguas estaba de quinto profesional, con lo cual había muy poco trabajo, comentándome un socio que había estado al Hotel Salinas y que en el campo de Costa Teguise, buscaban un pro y que la isla era impresionante. Me presenté en las oficinas de Río Tinto, entonces empresa dueña de la entidad y concerté una entrevista. Llegamos a un acuerdo y desde 1978, estoy aqui.

    El diseño del campo es espectacular y esta preparado para los buenos torneos, para alta competición, siendo un recorrido muy exigente.

    El campo ha sufrido muchos cambios, primero 9 hoyos, luego 18, pasando incluso a tener 27, hasta que en octubre de 1980, después de jugarse el único gran torneo, un pro-am con presencia de los 50 mejores profesionales españoles, un éxito a todos los niveles, se cerraron 18 hoyos, no abriéndose los segundos 9 hasta mediados de los años 90.         

    Puedo decir, con orgullo, de haber sido el único profesional canario que ha jugado todos los campeonatos de profesionales en nuestro archipiélago, en varias ocasiones con buenos resultados y este año podremos hacerlo en Costa Teguise Golf pues vuelve a Lanzarote después de muchos años.

    ¿Como ha sido la vida de un buen profesional en Lanzarote?

    Los principios no fueron fáciles en una isla netamente turística, pues necesitaba hablar idiomas que no sabía, pero con esfuerzo conseguí entender, hacerme comprender y hablar con los alumnos y clientes del campo. En octubre cumple el campo 40 años de su inauguración y desde mi llegada y con la ilusión del primer día.

    ¿Qué tipo de alumnos ha tenido?

    La mayoría de los jugadores de golf, siempre primero alumnos, han sido durante las 3 anteriores décadas, del norte de Europa, escandinavos, ingleses, alemanes, con una forma de pensar muy diferente a la nuestra. Afortunadamente desde hace mas de 10 años, conejeros y peninsulares asentados en la isla, se han aficionado, siendo ahora una buena comunidad de golfistas.

    Una gran familia de golfistas, ¿juegan todos al golf?

    Afortunadamente en mi familia jugamos todos, incluida Ana mujer, (handicap 19) que me ayudaba con la tienda del golf cuando se podía organizar con los niños. Ellos venían al campo de golf por la tarde al no tener colegio, mientras yo daba clases. Se fijaban en lo que enseñaba, putteaban, tiraban bolas hasta que poco antes de marcharnos, recogíamos entre todos las bolas del tee de practicas. David con handicap 1,2; el mayor, farmacéutico, es el handicap mas bajo de Lanzarote; Raúl , economista, ahora juega menos por su trabajo, pero ha llegado a ser handicap 3; Nico Junior es handicap 3, estuvo muchos años sin coger un palo pero ahora ha retomado con mucho interés y estudia para obtener el Título de Técnico Deportivo de Golf y Pitch & Putt; Iván –el cuarto- es handicap 18 estudia Ingeniería en Tenerife, me imagino que cuando termine, retomará.

    Método de enseñanza

    Creo en el aprendizaje continuo así que he asistido a todos los cursos que dio el inglés John Jacobs, uno de los mejores profesionales de golf especializado en la formación, o con Jesús Arruti, un referente de la enseñanza en España, de quienes he seguido las mismas técnicas. Sobre todo creo en la constancia, en la paciencia y en hacer un swing para cada jugador dependiendo de sus características y facultades.

    He tenido la fortuna de juntar un grupo de jugadores de excelentes cualidades en los años 90, Guillermo, David, Raúl, Javier, Jacobo, David y Raquel, generación difícil de repetir pues les encantaba el deporte y practicar. Ahora en la escuela tengo un grupo de 30 niñas y niños, a seis de ellos les encanta venir y estan dispuestos a hacer el esfuerzo que este deporte requiere, pues solo con un día o dos a la semana, es imposible destacar.

    Me gustaría que la cantera conejera diera un salto de calidad, para ello creo necesario que la Federación Canaria de Golf destine la subvención que tiene presupuestada para la temporada de verano, a la Escuela de Invierno, pues es en invierno cuando podemos realizar un trabajo serio y sacar adelante a mas niños, mientras que en verano están cansados y diversifican con otras actividades.

    ¿Cual es su sueño?

    Mi sueño es que alguno de mis hijos continúe con mi labor en Costa Teguise Golf.

    MARÍA CASTILLO

     

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